jueves, 28 de diciembre de 2006

Agotador

Agotador, sencillamente agotador. Empujó la silla hacia atrás, estiró los brazos y las piernas.
Ufff como le gustaría echar una cabezadita. Pero no podía. Tenía una condena que cumplir.
Se agarró al borde de la mesa y se acercó deslizándose sobre la silla de ruedas.
Se restregó los ojos y miró al monitor. Veintitantas ventanas del navegador abiertas, solapadas ocupando la totalidad de la pantalla.
Tomó el bloc de notas de la mesa y lo repaso.
- Ummmmm vale ahora le toca a carlos666 y va a emprenderla con Ceix, no, no, eso ya lo hizo ayer. Ahora va a intentar ligar con zoa - Se inclinó sobre el teclado y comenzó a escribir.
- Perfecto - tachó una línea del bloc y escribió otra - Entonces es cuando Adela de Otero aparece y le manda a freír espárragos - Deja el bloc, escribe y cambia de ventana.
- El estado de la Nación lo tengo un poco abandonado, veamos Pero hace que no escribe nada desde ayer. - Apunta en la libreta y teclea.
¿Cuanto tiempo llevaba así? ¿Cuando le librarían de aquel suplicio? Cada siglo algo diferente. Pero que le cambiaran a tener que 'currarse' un foro él solito y encadenado a aquel PC era lo peor que le había sucedido.
¿Donde cojones se metía Heracles? Si tardaba mucho en llegar imploraría a Zeus clemencia para que lo devolviera al Caucaso y a que el águila viniese a comerle el hígado (otra cosa me entraban ganas de que me comiera) de cena.
- A ver las Musas, hoy le toca a Brother.¿Que escribirá una ñoñada o cualquier gilipollez? Cogió el cuaderno, paso hacia atrás algunas páginas, recorrió con el dedo una de ellas se paró en una de las líneas escritas y dio dos golpecitos con su índice en ella. Bebió un sorbo de café de una vieja taza en la que todavía casi se podía leer "Prometeo".
- Gilipollez toca - y comenzó a escribir:
"Agotador, sencillamente agotador. Empujó la silla hacia atrás ......."

martes, 26 de diciembre de 2006

Forever

1.- Inés
Había dejado de llover en aquel cementerio victoriano y mi mirada se perdía por el camposanto londinense. Expresión vacía y el cuello del chaquetón subido. El agua todavía goteaba por mi rostro. Cualquiera que se hubiese fijado en mí, aseguraría que mis ojos podían penetrar aquellos panteones de piedra de Highgate.
Todo había transcurrido muy rápido y, mientras el sepelio discurría, comencé a poner en orden los acontecimientos que me habían llevado hasta aquella gris mañana.
¡Dos días parecían una eternidad! Juraría que habían transcurrido un millón de años desde que hablé con Inés.
Inés era ese tipo de mujer que parecía empeñada en ser el nexo de unión de aquel grupo de adolescentes que años atrás habían compartido mucho más que algunas horas escuchando música, hablando, riendo, viviendo….
Era la única que se mantenía en contacto, más o menos constante con todos, y que dada su vitalidad y ganas de hablar los mantenía informados de la vida de los demás. El que tuviese una floristería ayudaba a que esto fuera así. Siempre había algún aniversario, cumpleaños o celebración propicia para comprar un ramo o cualquiera de aquellas maravillosas composiciones florales que salían de sus manos.
Aquella mañana me había acercado a encargar un ramo de flores para una compañera de trabajo que había tenido un niño. Cada vez que ocurría un acontecimiento de aquella índole, me ofrecía a ir a encargarlo. Los compañeros se extrañaban que me empeñase en ir a elegirlo en lugar de hacerlo por teléfono. Aducía que prefería escogerlo personalmente, vete a saber lo que enviaban si lo dejábamos en manos de la floristería. La verdad era otra.
Con Inés me ponía al día de cómo le iba al resto de la peña. Aunque a algunos los veía más o menos a menudo, con un buen puñado sólo tenía contacto a través de ella.
Como siempre que llegaba a su tienda, lo primero que hacía Inés era estamparme dos besos y un fuerte abrazo. Acto seguido, y con el desparpajo que la caracterizaba, decía:
– ¡¡¡Vamos!!!, cierro la tienda, me invitas a un café y te pongo al día si tú me cuentas tus novedades; y después preparamos el encargo.

Todo esto lo decía sin parar de corretear por la floristería, cogiendo llaves, apagando luces o despachando a los clientes que estuviesen en ese momento.
¡¡¡Venga!!! Ve contando por el camino tus novedades y después con el cafetito por delante te cuento yo.

Como siempre yo no tenía nada que contar, pero fiel al rito le resumía mi vida desde el último encuentro y, si había tenido contacto con otros, también lo incluía para alimentar su enorme base de datos.
– Bueno, ahora me toca a mí…

Y en lo que dura un café, te contaba vida y milagros suyos y del resto. Aquel día cuando ya creía que había terminado, y yo ya jugueteaba con la cuchara y el azúcar en el fondo de mi taza, cambió el gesto y su tono de voz y dijo:
No te vas a creer lo que me enteré ayer mismo…

Me quedé mirándola fijamente. En aquellos años nunca la había escuchado hablarme de esa manera.
– ¿Qué ha pasado? – pregunté, presintiendo una mala noticia.
No sabía si contártelo. Aunque tú en todos estos años no lo has mencionado, sé que aún la quieres y que cada vez que te contaba alguna noticia suya tus ojos cobraban un brillo especial y tu gesto abandonaba el eterno enfado que siempre tienes marcado en la frente.
– ¿Me lo vas a contar de una vez?
Ya sabes que de ella es de quien siempre tengo menos noticias, por aquello de vivir en Londres. Como no sea que nos llamemos o nos enviemos un correíto, aquí no va a venir a comprarme flores.

Apuró el café y, sin dejar de mirar la taza ni levantar la cabeza, continuó.

Hacía ya varios meses, un año diría yo, que no tenía noticias suyas. Le envié algún correo por su cumple e intenté hablar con ella por navidades, pero no lo conseguí. El martes me encontré con su hermano y su mujer, venían del pediatra con la niña y pasaron por la puerta de la ‘flori’ (así la llamaba ella) mientras yo estaba fuera fumándome un cigarrito.

Como un resorte sacó del bolso un paquete de tabaco, cogió un cigarrillo, se lo llevó a los labios y, mirando un cartelito de ‘Prohibido fumar’, volvió a arrojarlo todo al fondo del bolso, mechero incluido.

– ¡Mierda! – gritó –. Está muy enferma, no tiene curación y le quedan pocos días de vida. Su hermano ha intentado irse a Londres pero su situación económica, laboral y familiar se lo impide. Estaba realmente destrozado.

Se volvió hacia el bolso y metió prácticamente la cabeza en él buscando un pañuelo. Estaba llorando.

Yo hacía unos segundos que había dejado de escuchar con atención lo que me decía. Sólo recuerdo que le pedí el teléfono del hermano. La cafetería se había teñido de una tonalidad amarillenta-rojiza y sólo veía mis propias manos aferradas a la taza de mi café.

2.- Rocío
¿Cuántos años habían pasado desde la última vez que había visto a Rocío? ¿Doce? ¿Quince? La última vez lo que era seguro es que yo seguía soltero. Ella había venido a pasar unos días a España porque tenía a su padre enfermo. Pocos años después moriría el hombre. Ya era una neuróloga de éxito. Siempre consiguió las metas que se propuso. No dudó un instante en marcharse a Londres cuando le salió una oportunidad de médico residente en un hospital de poco prestigio.
Todos le dijimos que aquí tenía muchas oportunidades de prosperar. No sólo era brillante en todo lo que se proponía, era buena persona y sin duda la mujer más guapa que he visto. Cuando fui a despedirla al aeropuerto me encontré que Inés, cómo no, y yo éramos los únicos que habíamos ido. Al resto le había sido imposible acercarse. Cuando se marchó por la zona de embarque con aquella sonrisa en la cara le dije: – Que se preparen los ingleses; que vas para allá. – Ella me miró, me lanzó un beso, me guiñó y se dio media vuelta. Me dieron ganas de salir corriendo detrás y seguirla hasta el fin del mundo. Fui cobarde, sensato me dijo Inés. Me quedé mirando la puerta por la que se acababa de ir.

Efectivamente, los ingleses se rindieron a toda ella, a su brillante cerebro, a su simpatía, a su sonrisa… Cambió de hospitales, puestos, casas, jefes hasta ser la directora de un servicio en el Hospital Nacional para Neurología y Neurocirugía. Uno de los más afamados centros mundiales en esta especialidad.

Esa misma tarde logré contactar con su hermano. Me hablaba entre susurros y llantos. No, no podía volar junto a su hermana. Cuando me ofrecí a pagarle el viaje, me mostró su sincero agradecimiento, pero le era imposible. Le pedí su dirección en Londres, – Si la ves, por favor, dile que la quiero mucho – y me colgó. Debía tener problemas serios en su casa.
Decidí darme quince minutos, para pensar qué debía hacer. Me sobraron catorce. La tarde fue frenética. Llamé a una amiga que tenía en una agencia de viajes y le dije que necesitaba vuelo y alojamiento en Londres lo antes posible. – Déjame quince minutos y te digo algo -. Diez minutos después me estaba preguntando por la dirección de correo electrónico a la que me enviaba la documentación. Tenía el vuelo para esta noche, tres noches de hotel y la vuelta abierta.
- ¿No vas a preguntarme por qué tengo tanta urgencia?, le dije.
- En todos estos años, nunca me has pedido un favor. De la forma que me lo has pedido hoy lo único que se me ocurre es desearte que vuelvas pronto. Un beso.

Y también me colgó. Las mujeres tienen ese inexplicable sexto sentido capaz de captar por el tono con el que se dice una simple frase toda la carga emocional que esconde.

Me despedí de la gente de la oficina y dije que me tomaba la semana. Todos me miraron y asintieron con expresión de no sabemos lo que te pasa pero sea lo que sea estamos contigo.
Llegué a casa y nada más verme la cara la pregunta de ella fue obvia.
– ¿Qué te pasa? – Le conté todo, desde mi conversación con Inés.
Vengo a hacer la maleta y salgo para el aeropuerto, el avión sale en un par de horas.

Hice la maleta en unos minutos, me despedí de los niños y abrí la puerta del piso.
¿Volverás?

Vi cómo tenía los ojos inundados de lágrimas. Le di un beso en la frente y sin contestar desaparecí dentro del ascensor. Cuatro horas después estaba aterrizando en Londres. Bueno, en realidad en Gatwick y de ahí en taxi a casa de Rocío.

Estaba parado en su puerta desde hacía un rato, sabía que había alguien en casa. Me había pasado otro rato en la acera de enfrente, donde me dejó el taxi. Desde la calle se veía luz en una ventana y en un par de ocasiones en otra habitación se habían encendido y apagado luces.

Por fin llamé al timbre. Fue una llamada corta pero resonó en todo el amplio recibidor de aquella planta de apartamentos de lujo.
Pasaron unos instantes, no sé si segundos o minutos. Escuché como alguien me observaba por la mirilla. Se abrió la puerta y apareció una chica morena, de rasgos hindúes y vestida con un sari casi blanco con una banda ancha marrón claro. Su cara era toda sorpresa. Me miraba con los ojos muy abiertos y muy negros. Los labios ligeramente entreabiertos mostraban una hilera de pequeños dientes muy blancos. Justo cuando iba a preguntarle si allí vivía Rocío se abalanzó hacia mí, me abrazo colgándose de mi cuello y rompió a llorar y a hablar. Entre mi nefasto inglés y que no estaba seguro que ese fuese el idioma que estaba escuchando, no me estaba enterando de nada. Se descolgó de mi cuello, me tomó de la mano y tiró de mí hacia adentro.
Me condujo por el apartamento, por llamarlo de alguna manera, ya me gustaría que fuese así mi piso, y me hizo pasar a lo que parecía el dormitorio principal. La estancia era amplia, pintada de un color naranja claro. Decoración simple: Cortinas, algún cuadro impresionista, un escritorio en un rincón, lleno de medicinas, la puerta de lo que después supe que era un vestidor, la puerta del baño y una cama. Era una cama grande con cabecero de hierro forjado y con dos mesitas a cada lado, con lámparas estilizadas en ellas. En el centro de la cama estaba ella. Acostada y levemente incorporada con un almohadón. La contemplé mientras la chica se acercaba y le hablaba al oído. Ni sus cuarenta y tantos años, ni su fatal enfermedad habían mermado su belleza. Piel clara, casi transparente, ojos verdes inmensos, pelo castaño, largo y salvaje cayendo por sus hombros.
Abre los ojos, mira a quien le habla, me mira a mí, abre la boca y de su garganta sale un hilo de voz.
- Cuánto has tardado, mi vida. - Su boca dibuja ahora una sonrisa. Me acerco a la cama, me siento y tomo su helada mano.
- Había mucho tráfico - le susurré.
Me inclino sobre ella y beso sus labios. A pesar de la frialdad de su piel, me queman. Me separo, vuelve a sonreír, esta vez como nunca la había visto. Así sonreirán los ángeles. Su rostro se relaja, su mano se afloja, su vida abandona su cuerpo. La chica hindú se abraza a ella. Yo salgo disparado hacia una puerta. Es la del vestidor. Me desplomo sobre el peinador y reparo en una foto grande, en un marco de color verde envejecido. Me reconozco en la foto con muchos años menos. Estoy en la playa, sobre una toalla, con cara de payaso y un cigarro en la boca. Encima de mí está ella sentada, en plena carcajada. Era la época en la que le dio por llamarme su ‘pollito’. Entonces entendí la reacción de la chica al verme en la puerta; sabía quien era yo. Tomo la foto, me acurruco en aquel pequeño sillón y me pongo a llorar.

3. Para siempre
Durante esa noche y la mañana siguiente estuve sentado a un lado de la cama. En una silla y agarrado a su inerte mano y encorvado sobre el lecho. Gayatri, así se llamaba la muchacha hindú, se pasó todo el tiempo llamando por teléfono, cogiendo llamadas, atendiendo a los de la funeraria… Era más que una asistenta o incluso una secretaría personal. Rocío seguramente la habría conquistado como a todo aquel que se le acercaba. Varias veces me ofreció una taza de té y en cada ocasión se acercaba a la cama, acariciaba con el reverso de su mano su cara y se iba con los ojos llenos de lágrimas.
Me dijo que me marchara, que en unos minutos vendrían a recogerla. Le dejé mi número de teléfono y el hotel donde me alojaba. Probamos que funcionase el “roaming” y quedó en llamarme en cuanto supiese algo.
Me desperté sobresaltado en la habitación del hotel por el sonido de mi teléfono móvil. Era Gayatri. El entierro sería al día siguiente por la mañana. Quedamos en un lugar de fácil localización a la entrada del cementerio y nos despedimos. Miré el reloj. Ya eran la 6 de la tarde, noche si hablamos en términos europeos. Me puse una camisa y unos pantalones, cogí una bufanda y agarré el barbour, qué británico, y salí a la calle.
Yo nunca había estado en Londres y se puede decir que sigo sin haber estado. Deambulé durante unas horas, pero sólo recuerdo la lluvia fina cayendo y la punta de mis zapatos levantando una gota de agua a cada paso que daba. De regreso a la habitación del hotel limpié los zapatos y preparé la ropa para el día siguiente. Me quedé en la cama mirando al detector de humos de la habitación, que parpadeaba cada diez segundos. Casi tres mil parpadeos llevaba contabilizados cuando la alarma del móvil sonó. Era la hora.

El sacerdote debía haber acabado. Las personas allí congregadas se despedían. De aquel grupo salió Gayatri. Se acercó a mí. Me tendió un sobre de color verde. Lo cogí. Me abrazó dándome un fuerte beso y se marchó para siempre. Abrí el sobre y reconocí la letra. Era una carta de Rocío.

Querido pollito:
Confío en que también hayas podido llegar a tiempo de despedirnos.
Ha sido demasiado tarde cuando me he decido a escribirte estas líneas. Desde que supe que estaba enferma procuré que nadie se enterara. No respondí a las llamadas ni a los e-mails de Inés. No quería que os enteraseis que me estaba muriendo.
¡Qué paradoja! ¡Una eminente neuróloga, en uno de los centros de investigación más avanzados del mundo, no puede encontrar una curación para su mal!
Durante estos últimos meses he tenido mucho tiempo para pensar. Es más, creo que debido a todo el interés que ponía, primero en los estudios y después en el trabajo, hacía años que no pensaba en mí misma.
He pensado mucho en mí, en ti, en nosotros. Me he dado cuenta de lo mucho que me has tenido que querer. Y lo mucho que yo también te quiero.
Ahora sé que antepuse mi futuro profesional al personal. Lo puse por delante de mis sentimientos, de ti, de nosotros.
Cada vez que nuestra amiga me daba noticias tuyas tenía que hacer un gran esfuerzo para evitar sentir nostalgia. Acabaste tus estudios, con algo de trabajo. Te gustaba vivir la vida, salir, reír, disfrutar. Yo lo llamaba perder el tiempo. Tú te pasabas las horas muertas mirándome cuando yo estudiaba y yo te reprochaba que no hicieses algo de provecho. Tú me respondías que precisamente eso es lo que estabas haciendo.
Encontraste trabajo en nuestra ciudad. Te compraste un piso cerca de nuestro barrio. Te casaste. Tuviste hijos. Sólo pasados estos años me he dado cuenta cuánta envidia me daba tu mujer, una ama de casa, tu compañera.
Aquí me tienes, muriéndome sola, sin ti, sin tus bromas, sin tus risas, sin tus labios, sin tus brazos. De nada me ha servido todo lo que he conseguido. Siento todas las horas que te robé, siento todos los paseos que no dimos, siento todas las canciones que no escuchamos, los hijos que no tuvimos. Espero que me perdones algún día. No, sé que lo harás.
Ya sólo pido morir contigo cerca, ver tu cara antes de irme.
Te quiero, siempre te he querido, siempre te querré. Adiós mi vida
.’

Volvía a llover, pero esta vez sólo sobre el papel de la carta. Ya no era una lluvia fina, eran goterones lo que salpicaban el folio de color verdoso. Lucía el sol en aquella mañana, pero de mis mejillas un chaparrón se estaba precipitando. Guardé la carta, me acerqué a la sepultura, deposité la foto sobre el ataúd y con las manos en los bolsillos me alejé. Los funcionarios del cementerio llegaban para dejarlo todo preparado y en unos días tendrías puesta la lápida.
Yo estaré allí, para ver cómo la ponen, para cuidarte siempre. Esta vez no dudaré en acompañarte hasta el final. Mi final.

miércoles, 20 de diciembre de 2006

Inmolación

Había tomado aquella drástica decisión, tras meses de meditación. Iba a terminar de una vez por todas con todo aquello. Tanto sufrimiento, tantas burlas, tanta incomprensión.
Lo había planeado todo con minuciosidad. No dejaría cabos sueltos.
Se sentó delante del ordenador, accedió al Café del Foro, introdujo por última vez su nombre de usuario Chien Cal Brother y aquella enrevesada clave que le acompañaba desde hacía años para todo, correo electrónico, cajeros, alarma del piso… 1234.
Perfil – clic – cursor encima del campo de dirección de correo – clic – introdujo una dirección falsa – adiosforo@cruel.com – , cursor encima del campo de Contraseña actual y tecleó otra vez – 1234 –, cursor en Nueva Contraseña – clic –, abrió el notepad, disminuyó el tamaño del editor hasta que dejó de ver el área de edición y tecleó al azar, con los ojos cerrados varias teclas. Control-E, Control-C, volvió a la ventana de edición del Perfil y pegó la nueva clave , desconocida incluso para él, en un par de casillas – Control-V, Tabulador, Control-V –.
Respiró profundamente, desplazó el formulario hasta el final y pulsó sobre el botón de enviar – clic –. El navegador dudó durante unos instantes y por fin apareció:

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Limpió la caché, los archivos temporales del navegador y lo cerró. Apagó el ordenador y salió del cuarto.
Había consumado su suicidio.

lunes, 18 de diciembre de 2006

Retales

Aquella NOCHE se mezclaban en su mente los ARDORES de la HISTORIA DE LA V de VENGANZA, y los CALORES de RECIÉN CASADA.
EL PERSONAJE, la había llamado para contarle una excusa INVEROSÍMIL de por que se retrasaba tanto.
IBA A DARTE DETALLE DEL MENÚ, DEL VINO, DE LA DECORACIÓN, DE LA BUENÍSIMA MÚSICA AMBIENTAL, DEL ASPECTO METROSEXUAL DE CAMAREROS que nos atienden en la cena de empresa.. Había comenzado a contarle. PERO UNA PALABRA TUYA y dejo a mis compañeros y al jefe y regreso a casa ...
-- Me conformo con que me seas FIEL y que tu LLEGADA no sea AL AMANECER -- Respondió ella mientras miraba a LA NOCHE, EL CIELO estrellado detrás del cristal de la ventana.
Se levantó y se puso aquella desteñida bata -- Mierda de lavadora -- Pensó en LA MAQUINA QUE SE COMÍA LOS COLORES con especial predilección por EL LADO OSCURO de las prendas. Sintió que la cama le decía 'QUÉDATE ADENTRO', pero estaba harta de PELÍCULAS SIN FINAL y de utilizar el mando de la televisión como si jugará con LA RULETA RUSA.
Camino de la cocina, recogió el correo que asomaba por debajo de la puerta. Reparó en un sobre marrón. LA CARTA era propaganda para venderle la última enciclopedia de turno "LA EPOPEYA MÁS GRANDE JAMÁS CONTADA SOBRE LA DESGRACIA HUMANA DEL AMOR IMPOSIBLE QUE INCLUYE EL NACIMIENTO, ASCENSO Y CAÍDA DE UN HÉROE BIENAMADO CON MUCHAS AVENTURAS, LUCHAS, GUERRAS, AMBICIONES, LOGROS Y FRACASOS COMO NUNCA SE HA PODIDO IMAGINAR JAMÁS EN EL MUNDO. " -- ¡por Dios ya no saben que venderte!! -- masculló.
Dejó la carta en el suelo y su incursión al frigorífico fue breve como LA HISTORIA DE UNA POMPA DE JABÓN, no es que estuviese cometiendo UN ROBO DOLOSO, sólo que no había mucho donde elegir. Intentaría calmar su ANSIEDAD con algo de HELADO DE CHOCOLATE.
Cuando llegó a la habitación, el último telediario estaba acabando. La sección internacional con su inagotable cifra DE MUERTES Y OTROS REGALOS de los fanáticos de turno había dado paso al presentador de deportes que con voz nasal leía -- Declaraciones de última hora del entrenador del Real Madrid, Capello llegadas a la REDACCIÓN: SIN TÍTULO no voy pienso renovar, es EL PACTO cerrado con el presidente .... -- Clic y la televisión se apagó.
Siempre decía que EL LA AMABA MUCHO y que MAS ALLA DE LA MUERTE la seguiría amando. Como PUNTO DE PARTIDA no estuvo mal. Después quedo demostrada la FRAGILIDAD de sus palabras que como HUMOS de colores se desvanecieron.
Se sentó en la cama y se puso el portátil sobre las rodillas. Verse tenuemente reflejada en la pantalla era como estar FRENTE AL DESTINO. Se conectó al Café del foro y se dispuso a escribir una vez más en el revoltijo como UNA VÍCTIMA FORIL.

miércoles, 6 de diciembre de 2006

Deuda

Paseaba por aquella calle una vez más. Llevaba toda la eternidad paseando por allí.
La primera vez que hizo el trayecto la recordaba como si no hubiese transcurrido el tiempo. Tenía entonces 17 años y era, como ahora, otoño. Mintió a su madre con alguna excusa que no recordaba ahora. Salió a la calle. Paró en el quiosco, compró un cigarrillo y pidió fuego.
Ahora ya no podía fumar, ni vendían tabaco suelto, ni siquiera existía el quiosco. Su lugar lo ocupaba hoy un contenedor verde para vidrio. ¿Cómo se llamaba el dueño de aquel santuario? Capilla que para comprar algo era necesario sortear los paquetes de chucherías, y localizar el escaso hueco que permitía, doblando la espalda como si fueses a hacerle una reverencia, pedir
¿Me da un fortuna y fuego? – Manos agrietadas, una sujetando un cigarrillo rubio y un mechero, la otra abierta reclamando su duro.
El mechero es de Huelva
Aquí lo tiene, gracias.
Hoy también como aquel día, olía a tierra mojada. El invierno se acercaba y pronto haría frío. Una sonrisa se le dibujó en media boca.Él ya hacía mucho que tenía frío. Y no porque su cabeza pareciese nevada, sino porque el corazón se negaba a calentarlo.
Aquella mañana leyendo las necrológicas, su sección favorita del periódico, necesitó pasar dos veces por aquella pequeña esquela para reconocerla. Allí estaba su nombre escrito y con letra más pequeña los que decían que eran sus hijos. Y el de su nieto. Hacía más de medio siglo que no lo había vuelto a ver escrito.
Entonces fue en un billete de avión. Se marchaba unos cuantos meses con una beca europea. Ya no volvió.
Como aquella otra noche llegó a la acera de enfrente de casa de sus padres. Se sentó en el mismo banco. En aquella ocasión la veló en vida, porque sabía en el fondo de su alma que se iba para siempre. Ahora volvería a velarla, esta vez con la esperanza de que quedaba menos para volver a verla. Sacó un pequeño artilugio que le había pedido prestado a su nieto. ¡Qué cara había puesto!
También sacó una cajita de cartón. En el fondo una poesía. Al pie una promesa, él si había cumplido su parte. Su nieto le había asegurado que todas aquellas horas de música que le llevó en CD’s entraban sin problemas en el cacharrito.
Besó la caja, se puso los auriculares y cerró los ojos.

Sola, sola, en el olvido
sola, sola con su espíritu
sola, sola con su amor el mar
sola, en el muelle de San Blas
Sola, sola se quedó.

martes, 5 de diciembre de 2006

Amanecer

Amanecer
Sentadita en su silla
Rodillas juntitas
Carita al suelo
Rizos en sus mejillas
Me levanto de la cama
Tomo su barbilla
Levanto su rostro
El día amanece
Sus ojos me miran
Sus mejillas sonrojadas
El sol ilumina mi frente
Buenos días, ángel
Buenos días, mi vida

6 de enero

Había perdido la cuenta. Creía recordar que eran 21 las salvas de cañón que con motivo de la Pascua Militar todos los seis de enero escuchaba desde la cama.
También era cierto que antes, cuando era pequeño, vivía un poco más cerca de Capitanía y que en la ciudad había menos edificios que dificultasen escuchar aquellos truenos que le avisaban de que podría salir corriendo para el salón.
El rito era siempre el mismo: Él era, por aquel entonces, el hermano pequeño. Tenía que esperar a que llegase al cuarto su madre, para avisarle que ya podía levantarse a ver que habían dejado los Reyes Magos. Todos estaban esperándolo en la puerta del salón, con la puerta todavía cerrada. Todos con cara de sueño, batines al uso y abrazándose a ellos mismos para intentar quitarse el frío.
De aquellos años difuminados, recordaba especialmente uno. Había escrito la carta a los Reyes Magos usando una hoja de su cuaderno de una raya del colegio. Su carta era breve y concisa:
“Queridos Reyes Magos, este año me he portado muy bien y por eso me gustaría que me trajeseis un Scalextric. Un beso”.
No entendía, entonces, el empeño de sus padres para que no lo pidiese, que pidiese el fuerte de Comansi que me iba a gustar mucho, o la ambulancia Payá, o un Monopoly , o unos Juegos Reunidos y así podíamos jugar todos juntos … Y el niño erre que erre con el Scalextric. Su familia era una de tantas que en los años 70 intentaba llegar a final de mes. No faltaba lo básico para comer y vestir, pero la madre hubiese dejado en ridículo al premio nobel de economía si le hubiese dado la lista del mes y el sueldo del padre para que preparase el presupuesto.
Al fin llegó la mañana de Reyes, todos fieles al rito en la puerta del salón. Se abre la puerta y allí estaban los regalos. Entró corriendo y a trompicones llegó hasta el viejo sofá que lucía su segunda o tercera funda, cosida por su madre, desde que la tapicería original no pudo soportar más lavados. Allí había un gran paquete envuelto en papel de estraza marrón y encima un papelito con su nombre, escrito con una caligrafía tan preciosa, que solo podía pertenecer a una mujer, ¡También habría mujeres pajes!!. Arrancó el papel y casi le da un soponcio, ¡Allí estaba! La pista soñada, un óvalo de plástico negro, con 2 cintas relucientes que lo recorría, dos magníficos coches de Formula 1 uno era el de Fitipaldi y el otro el de Steward (o al menos eso decía su hermano mayor) dos mandos rojos con pulsador color crema, un transformador gris cuyo olor, cuando se calentaba, avisaba que ya había jugado mas de la cuenta…… Y sus padres que decían que no se hiciese ilusiones!!! .
Por lo visto era el único que se había portado bien aquel año. A su padre unos pares de calcetines, a su madre un bote de colonia Myrurgia 1916,… y todo por el estilo. Aquella cuesta de enero no solo fue complicada económicamente, también hubo tensiones en el matrimonio. No todos los Reyes Magos estuvieron demasiado de acuerdo en llevar el Scalextric al niño.
Después de una treintena larga de años, allí estaba él tirado en la cama y con un sentimiento de culpa que no le había dejado dormir bien. Su hijo también había escrito una carta de Reyes concisa. El primer lugar de su carta lo ocupaba un robot-araña con lanzamisiles a radio control. Que si lo usas una semana y después te aburres, que si eres poco cuidadoso y lo romperás enseguida, que si no es realmente como te lo ponen en la tele….
Digno hijo de su padre, contra viento y marea, se había negado a quitarlo de la carta, que “por qué no podía pedir lo que él quisiera a los Reyes”. Después de algunas discusiones con su esposa, al final los Reyes no lo traerían. No era cuestión de dinero, seguramente gastaban más algún fin de semana que quedaban con amigos a cenar. Simplemente era que él sabía lo que era bueno y lo que no era bueno para su hijo. Ella, evidentemente, no pensaba lo mismo.
Al final a pocos minutos de que su hijo entrase en el salón pensaba que quizás se había pasado, pero ya no iba a reconocerlo a estas alturas de la película. Sabía que la ilusión de su hijo no tenía precio y que para amontonar cosas inútiles, al fin y al cabo, él no tenía rival.
En esas estaba cuando oyó el revuelo en el pasillo. Se levantó con pereza a cumplir con el ancestral rito, que ahora, siendo padre tenía que mantener.
Allí estaba su hijo esperándole, con esa cara mezcla de sueño, emoción y nerviosismo, también estaba su mujer que como siempre se levantaba antes para dar los últimos retoques al salón. Con su hijo casi colgando del brazo y con un nudo en la garganta sabiendo el disgusto que le esperaba, entraron en el salón. El niño, malditos genes, entró a trompicones en el salón y cuando llegó al sofá , este impecable ya que cada 3 o 4 años lo cambiaban, comenzó a saltar y a gritar Siiiiiiii, siiiiiii, siiiiiiiii.
Sin salir de su asombro se acercó y vio aquello que permanecía oculto a su vista desde la puerta por la mesa del salón, y que era el culpable de aquel júbilo.
Era el maldito arácnido mecánico. ¿Cómo había llegado allí? ¿No había quedado clara su postura? Miró a su mujer que ya estaba al lado del niño ayudándole a sacar el armatoste. - Mira papá, al final tenía el niño razón, le han traído lo que quería –. No hacía falta que viniese Colombo para saber lo ocurrido, la expresión de aquella guapísima madre lo decía todo. – Ya hablaremos – contestó secamente.
Se dirigió a la mesa donde estaban los regalos que los Reyes le habían traído. Presidiendo una pequeña pila de 4 o 5 paquetes, estaba un cartelito que ponía “Para Papá”. Aquella sorprendente caligrafía que años atrás indicaba a cada uno cuál era su regalo (en singular) parecía cobrar vida de nuevo en aquel trozo de papel. Sabía que no pertenecía a la misma persona, aunque también se adivinaban sus rasgos femeninos.
Inmediatamente debajo de la nota y como primer regalo, había un misterioso bulto rectangular, no muy grande, y que a diferencia del resto estaba envuelto en papel de estraza marrón. Su aspecto inquietante y una catarata de recuerdos hicieron que sus manos temblaran levemente mientras lo abría. Quitado el envoltorio observó el regalo durante una eternidad, o al menos eso le pareció a el. Era un simple marco de madera clara que enmarcaba una foto en blanco y negro.
Reconoció la foto y recordó a la fotógrafa. Se trataba de una vecina de su niñez que deseosa de estrenar la cámara de fotos que le habían traído los Magos de Oriente, pasó por cada una de las casas del bloque haciendo un reportaje. Esa niña ahora era una fotógrafa profesional y con algún que otro premio en su carrera. Ya apuntaba por entonces. Sabía captar el momento, saber el milisegundo adecuado para atrapar el preciso y precioso instante.
Esta foto era una muestra más, se veía una familia en el salón de su casa, padres, hermanos una mesa con papeles, una botella de anís para que repusiesen fuerzas los Reyes Magos, un plato con mantecados, para los camellos. El gesto serio, parecía que forzado, del padre. La sonrisa pillina de la madre que tiene agarrada la mano de su marido con los dedos entrelazados, niños, algunos vecinos y delante de todos un niño en el suelo con una caja de cartón abierta y sacando de ella una curva de la pista. Miró la cara, indescriptible, del niño de la foto, levantó la vista y vio a su hijo en el suelo con una araña de plástico puesta bocabajo mientras le colocaba las pilas, ¡ otra vez los genes dejaban poco margen de maniobra!
Empezó a humedecérsele la vista, pero, al igual que su padre, tenía que guardar las composturas. Antes de que lo vieran, se dio media vuelta sobre sus talones con la foto cogida contra el pecho, cerca del corazón.
Bueno – gruñó – imagino que alguien tendrá que preocuparse de preparar el desayuno, no vamos a estar toda la mañana haciendo el tonto con los regalos!!! y salió disparado a la cocina.
– Mamá, ¿qué le pasa a papá?. Está muy raro, no ha abierto todos sus regalos y parecía triste.
– No te preocupes cariño, todo lo contrario, está muy contento y se siente muy afortunado, como tú. Lo que pasa es que ya sabes el trabajito que le cuesta demostrarlo.
– Vale, ¿querrá jugar después conmigo y con la araña, mami?.
– Seguro que si mi vida, seguro.

martes, 21 de noviembre de 2006

Tarde


Soltó el rastrillo, descansándolo sobre el hombro, con el dorso de la mano apartó las gotas de sudor que corrían desde su frente buscando las mejillas. Se llevó los puños a sus caderas y miró fijamente el montón de vegetación seca que ardía.
Escucho el crepitar de las llamas.
Sintió el humo que llegaba a su cara.
Notó el humo en su garganta.
No había sido fácil cortar, arrancar y amontonar toda la mala hierba que durante años se había ido acumulando en el jardín.
Recordó las veces que se había limitado a mirar como trepaban las hojas pardas y crecían las púas. Recordó las veces que se acercó y agarró la maleza clavándose sus espinas, abriéndose la piel. No era el consuelo lo que buscaba entre la ponzoña, era el dolor, castigo por su indiferencia.
No había sido capaz de mantener limpio su pequeño parque lleno de alegres flores y frutales. Se había limitado a mirar por los cristales como las alimañas lo destrozaban, incapaz de salir y luchar por sus flores y jilgueros.
Ahora, contemplando aquella pira sabía que quizás había llegado a tiempo de evitar que se perdiera para siempre su pequeño edén de la parte trasera. Apoyó el apero en el dintel de la puerta y entró.
Ahora, contemplando las fotos y los viejos vídeos en el solitario salón de su casa, sabía que hacía tiempo que había perdido su otro paraíso.
Pasó las yemas de los dedos por encima de una, ya desgastada, foto.
Recorrió una cara sonriente de un niño con gorra, las coletas de una pequeñaja que siempre salía con los ojos cerrados, la sonrisa de la mujer más bella del mundo.
Se acurrucó, cerró los ojos, miró al techo, media lagrima intento deslizarse hacia el brazo del sofá.
Se llevó la foto al pecho y esperó que llegara el sueño. Sabía que tardaría en llegar lo suficiente como para desear no volver a despertar.

martes, 7 de noviembre de 2006

El encargito

¿Por que este tocho?. Pues estaba revisando los trozos de textos que guardaba por ahí y me encontré con esto. Por si alguien no conoce la historia es un relato iniciado sin ánimo de serlo por parte de un chien andalusia. Yo le seguí la broma y al final quedó un aborto escrito a la limón. Si alguien tiene curiosidad en conocer su génesis, debería de leerse este tema del Cuaderno de Bitácora.
Le he dado un lavado de cara y lo pongo aquí.
Dedicado al señor un chien andalusia, me gustaría que se prodigase más por La Gramola y que nos (me) sorprendiese con sus gustos musicales.
Un abrazo



La entrevista
-... Y finalmente, ¿cuales cree que son las cualidades que, a su juicio, le adornan?
- ¿Que me adornan?
- Sí. Que enumere las características propias que crea puedan ser de utilidad para el empeño
- ¿para que empeño?
-A ver... Dígame simplemente que cree usted que puede aportar que no podría ofrecer otro candidato.
-¿Cual otro candidato? yo he venido solo.
-... Déjelo, diga 33
- 24
- Muy bien. El puesto es suyo.
- ¿De verdad? ¡En mi casa no se lo van a creer!
- En la mía tampoco... y antes de marcharse, por favor devuelva a la mesa la pluma que se ha metido en el bolsillo
- Ah si!.. Adiós eh? y muchas gracias
-adiós

Primer día
Lo ha comprendido todo?
- Ferpectamente
¿Para quien es el ataúd?
- Para usted
... zzaaaasss! No!
¿Para mí?
- No me de ideas... ¿Que nombre aparece en la pizarra?
- Jerbasio.
- (increíble hasta leyendo comete faltas)... eso es
- Y quien es Jerbasio?
- siga leyendo en la... déjelo, mi hermano.
- Ah! ¿El señor que me contrató ayer?
- No... el que le contrató fue un servidor
-....
- yo
- Ah! pues iba con otra ropa.
- si, debería probar a hacerlo Vd. también.
- jajaja que gracioso es usted.
- Si, soy todo comicidad
- ¿Y para que quiere su hermano un ataúd?
- Para usarlo
- Oiga ¿su hermano es un vampiro? A mi no me había dicho nada de eso antes. Es que a mi esas cosas... no es que me den miedo, pero si mucho respeto...
- No se preocupe. Hay quién dice que no se refleja en los espejos, pero no es un vampiro, ni un hombre lobo, ni un abogado. Es para su uso cuando le haga falta en la otra vida.
-¿Para cuando muera?
- No puedo creer que lo haya entendido.. exacto!
- ¿Y es que está enfermo el señor hermano de usted?
- Muy enfermo.
- Vaya. Lo siento... ¿que tiene?
- Falta de escrúpulos.
- Yo tengo un amigo que podía vivir sin un riñón, pero eso debe ser mucho mas grave
- Si, lo es.
- Y usted se encarga de hacer su ataúd. Debe ser muy duro eso
- Es lo menos que puedo hacer, no se merece su admiración
- Deben tener una relación muy especial. Y él se habrá emocionado mucho cuando le dijo...
- NO! no no. Él no lo sabe ni debe saberlo.
- Entiendo, es una sorpresa, verdad?
- Yo no lo podría haber explicado mejor.
- Muy bien, pero cuando lo vea no se si podré contener las lágrimas, igual me lo llevo para corrernos una juerga, me conozco unos garitos...
- NO! Reprímase! Él tampoco sabe que va a morirse.
-Dios mió, que telenovela! y cuando lo sabrá?
-... Cuando se tome el café...
- ¿Cómo?
- Nada, nada... que tomando un café se lo diremos.
-¿Vd. y la familia de su hermano de usted?
- No, unos compañeros foreros y yo mismo.
- Ah si, los compañeros del trabajo. Debía.. perdón.. debe ser muy querido, no?
-Muchísimo, si.
- Pues pierda cuidado. Nos va a salir un ataúd que va a ser la envidia del cementerio. Ya le dije que tengo mucha experiencia en hacer cajas de madera para pescado. Bueno... no se me ofenda, pero va a ser como una gran caja de pescado, como para un besugo gigante!
- (De que cloaca habrá salido este tipo?). Si, leí su currículum. La parte en que la tinta del bic no se había corrido y emborronado las palabras.
- Si, lo hice mientras comía. es cuando estoy más inspirado y no tenía servilleta en ese momento.
- Salvo la que usó para escribir su currículum, no?
- Bueno si, menos esa, claro.
- ¿Tiene la lista de los materiales que le entregué?
- Si, ya lo he comprado casi todo. Ahora mismo pensaba en comprar un cepillo y los clavos.
- Pues traiga también unas aspirinas.
-¿ Para el ataúd?
-uuuuuffff
-Ah! para su hermano, Jerbasio!
- Si, y traiga tres cajas, me.. "le" van a hacer falta.
- Entonces hasta mañana y directos al tajo.
- Hasta mañana. Esa es la puerta del armario.. la de salida es la otra... esa...
- jajaja si, es verdad.. adiós

Hogar, dulce hogar
Mientras mascaba un trozo de lomo en manteca intentó recapacitar. ¿De donde demonios había salido ese trozo de carne cubierto de pelusas? Dio otro bocado y recordó que lo encontró por casualidad al ir a buscar aquella esquiva moneda de un euro que se cayó al suelo. Siempre ocurría lo mismo. Antes de quitarse los pantalones rebuscaba en los bolsillos, no fuese a ser que se le quedará algo en ellos y que después, al darles la vuelta para colgarlos, cayese al suelo. Nunca encontraba nada, pero al final siempre caía algo al suelo. Pero divagaba, quería recapacitar sobre los hechos acontecidos en esta última semana.
Primero el mazazo que supuso su despido en la empresa de relleno de aceitunas “La oliva oronda”. Y cuando decía mazazo sabía a lo que se refería. Aún le dolía la coronilla por el golpe recibido con el mazo de embuchar (así era como llamaba el cretino de dueño, al tarugo de madera que les daba para empujar el relleno). Total , por que había sido pillado ‘in fraganti’ comiéndose el relleno. ¡Por Dios bendito! Si ni las ratas, abundantes por aquellos pagos, se acercaban a aquellos barriles. Si el contenido de los barriles (también conocido como ‘el relleno’) resplandecía en la oscuridad cuando apagaban las luces al finalizar el la jornada. “Es que tiene mucho fósforo, pero de origen natural ¿ehh?”. Hijo de Satanás, en los 2 meses que se llevo allí, nunca vio entrar ni asomo de anchoas, pimientos, o similar. En cambio a diario entraban aquellos sospechosos sacos procedentes de la factoría que Productos Químicos del Maresme tenía en Paquistan.
Después vino el anuncio en el periódico:

“Particular precisa servicios de Maestro Carpintero a tiempo parcial. Imprescindible discreción y puntualidad. Sueldo a convenir”.

Al leerlo sintió un cosquilleo que le recorrió toda la espalda, presagiaba que aquel anuncio le cambiaría la vida. Más tarde en la entrevista lo que sintió no fue escalofríos precisamente, sino que fueron los abundantes vellos de su cuerpo los que adoptaron pose de escarpias.
Pero que más daba, o eso pensó. El primer día de trabajo resultó frustrante. No entendía nada, no sabia que respondía, se limitaba a intentar salir airoso de aquellas inoportunas preguntas que le hacía su nuevo jefe. Al final se limitó a decir que sí a todo, a repetir como un mono y a poner esa risa estúpida que le hacía parecer un perrito en la bandeja trasera de un coche.
- Hasta mañana. Esa es la puerta del armario.. la de salida es la otra... esa...
- jajaja si, es verdad.. adiós

Joder que mañanita – pensó. Se arrasco la rabadilla, expuesta en su casi totalidad por encima de los vaqueros, y se arrodilló de nuevo para meter la mano debajo del armario. – Ojala encuentre otro trozo de lomo……

Segunda Jornada
- Buenos días.
- Buenos días. He triado el material que faltaba... y sus aspirinas.
- Muy amable, inclúyalo en los gastos. Bien, le abro el local y va usted empezando, yo vendré a media mañana.
¿Cree que lo tiene todo claro?
- Por supuesto. pregunte lo que quiera!
- No tentemos a la suerte.. hasta luego.

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-Vaya mañanita que llevo.. En fin, ya estoy aquí de nuevo, alguna novedad?
- Bueno si. No ha parado de sonar el teléfono y tengo muchos recados que darle. Ahí los tiene apuntados.
- Si, muchas gracias, olvidé el móvil en casa esta mañana... ¿Oiga que es eso?
-¿Esto? el ataúd. No me ha cundido mucho la mañana porque con tanta llamada de teléfono y tanto recado, más parecía una secretaria. Al principio no lo cogía, pero luego pensé que podía ser usted y claro...
- No me refiero a eso, le hablo del tamaño que ha empezado a darle al féretro.
-¿Que le pasa?
-Piensa que mi hermano es Frodo? Ni amputándole los pies entraría.
-Vaya! entendí que su hermano era un chico joven, siempre que alguien me habla de un hermano suyo, pienso en que tiene un hermano de 12 años
-Bueno no es culpa suya, no le dije la edad ni las medidas...Pero un momento! Si pensaba usted llevárselo de juerga!
- Ya, pero nada de irnos de putas y esas cosas. Solo ir a algunos sitios donde tomarnos unos vinos, eso no hace daño a un niño.. y... bueno.. que le haga daño tampoco le iba a importar al pobre, no?
- Claro, claro. En cualquier caso no se hable más. Mi hermano es de mi altura más o menos, puede tomarme medidas a mí.
- Eso está hecho. Además tampoco fastidia tanto, apenas había empezado. Entonces su hermano es de edad casi, no?
- Si, algo mayor que yo.
- Y también "marea la perdiz" como usted?
- No, él se dedica a "estirar el chicle"
-vaya unos oficios originales que tienen ustedes dos... si es que tiene que haber gente para todo.. ¿Y eso que es?
-Bueno, últimamente está relacionado con el escribir y criticar a los demás.
-Carajo! como los que escriben en las revistas del corazón y hablan en la tele?
-Si. Muy aproximado.
- Y donde escribe?
- En un café
- No no, que donde se le puede leer
- En el café
- Tiene el café escrito cosas suyas
- Así es
- Como si fuesen.. cuadros pintados colgados en la pared?
- Correcto
- ¿Y donde está? ya le dije que me conozco muchos bares
- No está muy lejos, mas cerca de lo que usted piensa, pero... no recuerdo el nombre
- A mi me gustaría mucho saber escribir
- .. Y a todos nos gustaría que supiera hacerlo.. Puede decirme que pone aquí, esta nota suya no tiene ni pies ni cabeza.
- A ver, traiga... que tenía que apuntar con una mano al teléfono, pero ya le digo yo...
- Ha llamado mucha gente... Un tal tete Marcos.
- ¿Quien? No se quien es ese
- pues eso entendí yo "De parte de Tete marcos"
- Oh si.. Telémaco
- Puede ser, si... Arbolada.
- Arrebolada si, siga.
- Luego llamó una pidiendo ayuda
- ¿Como es eso que me cuenta? ¿Qué le dijo? deprisa!
- Si, solo dijo que exigía voluntarios
- Eso le dijo?
- Si "exijo voluntarios"
- Ah... si, exilio voluntario, vale, quien más
- Luego una señora que me colgó. Estaba muy nerviosa
- Explíquese.
- Pues le pregunté quien era y solo me dijo que era una compañera suya, por un tema grave. "Ah por lo del hermano de Don Sujeto?" Y dijo no-se-que y colgó.
- Madre mía que habrá pensado.. que estrambote... alguien más?
Si, una tal camy o cati..
- Ambas respuestas pueden ser correctas, si.
- Y luego se me quedó el lápiz sin punta y no pude escribir más, pero los tengo todos aquí... en la cabeza.
-padrenuestroquestasenloscielos... a ver, hiéleme la sangre.
- Bueno, una llamada de esas de cachondeito...
- ??? ¿Qué dijo?
- Dijo que era la mosca y le colgué, claro.
- Bien por usted!
- Y también.. como es.. La película esta de Berlanga que es una sátira de la burguesía española de los años 60...
- ¿Plácido? se refiera a Placido? Sabe todo eso de esa película?
- Uy! para no saberlo! me la dejó un amigo en video hace muchos años, de zagales y le grabé encima sin darme cuenta otra película... Cuando se enteró me repitió mil veces de lo que iba y todo eso, a voz en grito
- Se que me arrepentiré , pero.. ¿Que le grabó encima?
-"los bingueros"
- sabía yo que no era mejor permanecer en la ignorancia...
- Y alguien con un nombre muy raro...
- Si son muy peculiares mis compañeros... Pest? embólic? rosalía?..
- No no.. aún mas raro...
- Estoooo... Adela?
- Eso es: Adela!
- Si, es un nombre checo. Anda déme esas aspirinas... le reitero el agradecimiento, no era su trabajo.
- De nada, hombre, la próxima vez estaré más preparado
- Que el cielo nos asista...
riiinnngg... riiiinnnggg...
- Ya lo cojo yo. ¿Me ha tomado ya las medidas?
- Si, voy a hacer los cambios necesarios.
- De acuerdo... Diga?... Hola, no, no, relájate. Has hablado con el que está haciendo el ataúd...... ¿Como que para quien? ¿ya lo habrás adivinado, no?....... Si, ya se que con una caja grande nos vale, esa es precisamente la apariencia que va a tener "una gran caja, para un gran besugo"jajajaj... No, no, cosas mías.......No te preocupes no sabe nada aunque se lo explicara Super-Coco........ ya te llamaré luego, cuando haya concertado la cita para el "café"
- Oiga! le va a poner un crucifijo en la tapa? Es que me se de un sitio, donde me compraron el rosario para la primera comunión que nos puede hacer un buen precio. Éramos vecinos.
- No, olvídelo. Igual con una pegatina de Tom Cruise le puede valer.... No, no, estoy hablando con el carpintero, te llamo luego...y tranquilízate, llama tu al resto y le dices que todo controlado.... si, seguro. Adiós.

- Bueno, si le parece bien ya lo terminaré mañana Esta quedando bien ¿Verdad?
- Para no guardar ninguna simetría en sus formas, si. Es suficiente ¿Así que cree que para mañana lo tendrá listo?
- Si, si, segurísimo.
- Mejor... cuanto antes esté hecho mejor.
- Vaya, tan mal está su hermano ya?
- Ahora mismo no, está bien aún. Pero no quiero sorpresas.
- Es usted un santo. Ojalá mi hermano hiciera una cosa como la que está haciendo usted por el suyo
- No crea que no lo he pensado... Y tiene usted hermanos?
- No, por eso. soy hijo único.
- Entiendo a sus padres. Bastante hicieron ya una vez...
- Pero mire su caso. Si sus padres no hubieran tenido otro hijo, ¿Quién se habría preocupado de que su hermano tenga todo dispuesto para cuando... bueno eso... para cuando la palme. Eh?
- Si, que curioso.. el sentido de la vida... el destino... el equilibrio del universo.... Pero alguien lo habría hecho igualmente.
-Puede que si y puede que no, ¿quien sabe? pero ahí está usted
- Anda váyase, me está haciendo pensar. Mañana le abono lo que queda del pago.
- Si, ya es muy tarde. Hasta mañana. Uy! tome su lápiz! Que despiste
- Ese lápiz es suyo... adiós

Casa Puri
Esperaba que fuese verdad lo de cobrar mañana. Ahora mismo estaba en aquel lupanar dilapidando sus últimos ahorros con aquellas chicas tan amables. Además había tenido que comprar algunos materiales y aspirinas. No sa jodío !!! Pues si que era verdad, al final terminó tomándose un par de ellas a pelo sin agua ni nada.
Tampoco la jornada laboral de hoy quedaría para los anales del movimiento obrero. No comenzó demasiado mal, llegó al local y al instante se marchó el jefe. Joer que sed me está entrando – Candela !!! Tráeme otro cacharro de estos pero cortito !!!!! cortito de CocaCola niña!!!! Lamadrequelaparió que rica esta la Candela y que cara cuesta.
Después de comerme el bocadillo de panceta de las 10 de la mañana con el tercio de cerveza, como esta contemplado en el convenio, me decidí a empezar el trabajo. Fue complicado colocar aquellas tablas en una disposición tal que me permitiese clavar las puntillas sin que se me desarmara el tinglado. Las ponía y justo cuando apoyaba la puntilla para clavarla, va y se caía un lateral. Muy despacio y agarrando el resto de tablas con un mano, la rodilla y ayudándome de la barriga para que no se moviesen., recogía la tabla del suelo, la volvía a colocar en su sitio y vuelta a apoyar la puntilla y vuelta a caerse ahora el otro lateral. Así media mañana .. – Gracias Candela, deja aquí en la mesa el cubatita guapa, tráete unos pistachitos que a esto le viene de lujo. – y después las llamaditas de los cojones.
Al final di con en truco para ir clavando las tablas, tuve que emplear la barbilla para agarrar el lateral que hasta ese momento se me estaba resistiendo. Que raro esta quedando.
Raro el jefe, después de pegarse toda la mañana fuera viene poniendo pegas al trabajito, que si es pequeño, que si no tiene simetría,.. Si no fuera por lo que me ha enternecido como se está preocupando por su hermano para que no le falte de nada. Y eso que el hermano debe ser alguien importante de la tele o que escribe no me lo creo. Seguro que no me quiere decir que es un pobre hombre al borde de la muerte. Pero yo lo he calado. Que buena persona, ya me gustaría a mí tener un hermano así.
- Coño Candela ya están aquí los pistachos, déjamelos aquí, que yo ya voy pelándolos ….
- Mira tío ya no aguanto más. Candela, tía, esto no está pagado con ná, llevo media hora pegando arcadas con la cabeza entre las piernas de este capullo, pero que me ponga el cuenco de pistachos en la cabeza, para tenerlo mas a mano por ahí no paso, me piro.
- Joer Puri, que delicada eres, yo no me he quejado de lleves la ortodoncia puesta y me estés desollando vivo, que después no veas lo que escuece ahí el Betadine, ¡ pero donde vas, como vas a dejarme así !!!
Que le den, mañana acabo el trabajito, cobro y voy a por Candela

- Si, ya es muy tarde. Hasta mañana. Uy! tome su lápiz! Que despiste
- Ese lápiz es suyo... adiós

Esto esta empezando a escocer de lo lindo, a mi no me molestaban los paletones para fuera de la Puri, los prefería a esos hierros herrumbrosos de ahora. Me subo la bragueta y me voy a casita.

Fin del empeño
- Este tipo llega tarde. Aunque si no apareciera más por aquí, tampoco lo iba a lamentar. Bueno voy a entrar que me estoy poniendo como una sopa... Vaya! por ahí viene... menuda estampa

- Buenos días y perdone usted el retraso, no he pasado una buena noche
- Joder! vaya olor que desprende, ¿Pero usted se ha mirado la cara que trae, buen hombre? Ande, tome estos 5 euros y se toma un café con una tostada (*), y un zumo si le apetece, pero lo del café es innegociable. Le espero dentro, que tengo que hacer unas llamadas
- Muchas gracias, en cuanto me ponga a tono ...al tajo!. no se preocupe que me recupero enseguida. Le traigo algo?
- Si, una mascarilla
- Como?
Nada, nada. Ande, vaya
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- Eso es, esta tarde es la reunión para ultimar los detalles ... Las órdenes del Comandante son claras, hay poco lugar para la duda ... A las cinco aquí, en el local, eso es. Encárgate de que todos estén enterados. No quiero excusas de que se les ha avisado con poco tiempo ... Si alguien tiene problemas que se ponga en contacto conmigo, pero más vale que sea algo importante. Venga te dejo, tengo compañía... Si, ese mismo. Adiós, adiós
- Bueno, ya estoy como nuevo! Manos a la obra
- Cielos... ¿Cuántos coñac le habrán puesto por los 5 euros? Bah! al menos ese olor es más soportable que con el que llegó.
- Y entonces cuando lo acabe le doy una manita con esta pintura negra, no?
- Si, se llaman temperas "jovi", y no hace falta que lo pinte entero, solo unas líneas con lo que le de los siete botes... espere le enseño la foto.
-mmmm ... ahá.... De ataúdes no entiendo mucho, pero es la primera vez que veo uno pintado así.
- Es un capricho... un toque de originalidad.
- Ya veo que está atento hasta el último detalle. Bueno, por eso me contrató a mi y no lo compró directamente.
- Si, usted es otro toque de exotismo.
- Jajaja hombre! Que le construya a usted un ataúd por encargo no significa que expulse demonios eh?
- De que "demonios" me habla?
- Ya sabe, los que se dan el piro con los exotismos.
- Ya, ya... pero créame, el Padre Karras un aprendiz a su lado.
- Ah! Otro carpintero al que pidió presupuesto, no? No me enfado por eso eh? usted no me conocía
- Si, es verdad. Mi migraña agradece nuestro feliz encuentro... En fin, no le entretengo, siga con lo suyo.
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-Unos últimos martillazos... ay!... ay!....ay!.... Alehop!

Ahora unos toques de pintura negra...Aquí está! Mire usted, ni el ataúd de Napoleón!
- Si, sobre todo porque Napoleón fue incinerado
- Ah! lo quemaron... a mi esas cosas me dan yuyu. Prefiero que no me quemen, por si se me ocurre resucitar en el horno, sería horrible.
- Ya.. y si "resucita" a 3 metros bajo tierra metido en un ataúd y con una lápida encima?
- Pues no lo había pensado! ... que me entierren con mis herramientas, así sabré salir.
- Tomo nota... Pero dejando eso a un margen, no está mal como ha quedado la cajita... No está nada mal.
- Pues muchas gracias, siempre es bonito que le reconozcan a uno su trabajo.
- Si. pero eso no le va a dar de comer.. ni de beber. Aquí tiene, lo acordado, más una gratificación por tenerlo a tiempo... Y una cosita...
- Dígame
- De este trabajito, ni una palabra No quiero que nadie sepa que yo he encargado el ataúd ni nada de eso. Es una cosa mía y punto.
- Ningún problema.. seré una tumba (guiño) jajajajaja
- Si, muy ingenioso. Y gracias por aclararme que ese espasmo en el ojo era un guiño.
- Pues nada más, un placer haber trabajado para usted, Don Sujeto. Ya sabe para cualquier cosa...
- Descuide, guardo su currículum como oro en paño.
- Ah! y mucho ánimo con el tema de su hermano. Aquí tiene usted un amigo.
- Si, me va a hacer falta mucho animo para ese tema, y quizás alguno de esos lingotazos que usted se hinca.
- Para eso también estoy. Bueno, pues hasta pronto
- Hasta la vista... elemento.

El interrogatorio
- Vamos a ver ¿puede empezar desde el principio y dejar de divagar?
- Emmm, señor inspector a qué principio se refiere ¿al de las aceitunas? ¿al del anuncio? ¿al del ataúd?
- No al de su primera comunión !!!!
- Joer , no me diga que saben lo de mi primera comunión. Con razón dicen que la policía no es tonta. Vera yo era muy joven y no sabia que aquello era delito ….
- Uno, dos, tres, cuatro, cinco,….
- ¿Se le ha perdido algo jefe?
- La paciencia hace un rato. Me la cabeza me va estallar. ¿Podría contar la historia del ataúd sin que tenga que recurrir a un interprete Klingon?
- Si quiere tengo aspirinas, compré 2 cajas para quedar bien con D. Sujeto.. se las dejo aquí, al lado pajarraco este que tiene en la mesa. ¿Quien es ese Klingon? ¿Otro de los de la banda de D. Sujeto, esos con los nombres tan raros que no dejaban de llamar el otro día?
- Antunez !!!!!!!! Traiga un vaso de agua y de camino acérqueme la porra de goma !!!!!!!! Verá ese pajarraco es un halcón, gracias por las aspirinas. ¿Cree que podrá hoy comenzar su relato de los hechos?
- Bueno como llevo intentándole contar hace cuatro horas, al principio pensé que era un trabajo como otro cualquiera. Un encargo de ebanistería. Un hombre que apreciaba a su hermano y que deseaba que tuviese un enterramiento digno.
- ¿Y que le hizo pensar que esto no era así? – Dios mío ¿Piensan los berberechos?
- Hombre no era muy normal que se quedara conforme con el desempeño como él le llamaba. Jeje cuando le dije a la Candela que me hiciese un desempeño fino no vea la cara que puso …
- Perdón Candela. ¿Quién es Candela? Hasta ahora no ha dicho nada de ese nuevo personaje. ¿ Había llamado también por teléfono?. Necesito un cigarrillo…..
- No vera, Candela es la dueña de un club de alterne …..
- Antunez !!!!!!! Tenemos que investigar también un garito, venga cuando pueda para preguntarle a este individuo el nombre y la dirección !!!!!! Prosiga.
- Pues eso que Candela es la dueña de un bar con niñas que suelo frecuentar y donde me tienen como lo mas distinguido de su clientela.
- Antunez !!!!! Olvide lo de investigar el garito pero anote sus datos y páseselo a los de la brigada medioambiental y salud pública !!!! Olvídese de la tal Candela y siga con el ataúd.
- Ah bueno, pues eso que no le importó tener que cortarle la piernas para que entrase, ni que no tuviese pintura suficiente para acabarlo. Pero lo que me puso la mosca detrás de la oreja fue la llamada al un tal Comandante. ¿Oiga no estaba prohibido fumar aquí? Jefe creo que el temblor ese de manos es por todo lo que fuma. Yo creo que es mejor que siga jugando con las bolas esas de acero con la mano. Eso me recuerda a unas bolas que compre en un sexshop …
- Prefiero que no me cuente lo de las bolas que compró, sospecho que no es relevante para los hechos que investigamos. ¿Puede recordar aquella conversación con el tal Comandante…?
- Bueno cuando yo llegaba el acababa, pero pude escuchar con claridad que quedaba con su banda a la cinco de la tarde. Mi primo trajo un búho como ese de Grecia, cuando estuvo hace un par de años.
- Le he dicho que es un halcón y este no es griego sino de Malta. Lo que trajo su primo sería una lechuza de Minerva que representa la sabiduría, que ironía. ¿Puede contarme algo más que crea de interés con el caso?
- Pues creo que no
- Márchese que si le necesitamos ya le llamaremos.
- ¿Eso es todo?.
- No ahora le acompaño a la puerta, salimos a la Alameda, le paso un brazo por el hombro y le digo mientras miro al vacío “Creo que este es el principio de una buena amistad. ..”
- ¿En serio?
- Váyase de una vez antes de que me arrepienta y coja la porra. Deje aquí las aspirinas.
- A vale, como prueba.
- Adiós, lárguese.
- Hasta otra.

Primeras fisuras
S- ¿Qué significa todo esto? Estábamos de acuerdo hace tan solo una semana, si mal no recuerdo. Quitar de en medio a mi hermano. Obtuvimos la aprobación del comandante, no solo eso sino que además nos ayudó a elaborar el plan. ¿Alguien me quiere explicar lo que está pasando? He quitado tiempo a mi trabajo y a mi familia para llevar el plan tal y como lo teníamos previsto
- Pero si usted no tiene familia...
S- Acabáramos... y eso que eh? Pues me ha quitado tiempo de formar una familia. ¿Esa es toda la contestación que voy a obtener?
- No se enfade, es que algunos no lo tenemos muy claro
S- Ya. Y otros lo tienen clarísimo, ni siquiera han venido. Se han quitado del cartel de una forma lamentable.
- Es que las cosas han cambiado. Quizás fue demasiada precipitada nuestra decisión, es algo muy serio como para tomárselo a la ligera.
- Si. No debimos ni siquiera pensar en esa opción. Es algo muy grave y podría afectar a nuestras vidas.
S- Pues claro que afectaría a nuestras vidas! No solo íbamos a librarnos de sus continuas humillaciones y de sus maquinaciones para confundirnos, se trataba de usurpar su identidad para continuar su chantaje, ese que todos nosotros sufrimos en nuestras carnes, para hacerlo en nuestro provecho. Con aquellos pobres infelices de otros círculos distintos al nuestro a los que extorsiona, como hace con nosotros.
- Y esos otros ... ¿Se merecen que sigan siendo chantajeados? ?Acaso son peores que nosotros? No sería correcto.
- Eso es, al final llegaríamos a lo mismo que hace él, y no creo que nadie se merezca eso.
S- No lo puedo creer! Ahora me vais a venir con cuestiones éticas? Nos conocemos, y todos sabemos que si estamos en esto es por algo. No salió lo de apartar a mi hermano en una tarjetita de sorpresa del monopoly. Y además... ¿Que idea se les ha ocurrido a sus elevadas mentes? ¿Sentarse a hablar con él y hacerle ver que debe de cambiar?, ¿Que debe de dejar de tomarnos por sus bufones y ser buenos con nosotros?...
- Pues esa es la idea si, algo así.
- Si, de hecho algunos ya han hecho un acercamiento con la idea de...
S- ¿Como que "algunos ya lo han hecho"? De que estáis hablando!
- En el fondo será mejor para todos, lo solucionaremos sin llegar a medidas extremas.
S- Pero que estáis diciendo? ¿No lo entendéis atajo de alcornoques? Con él, no se puede llegar a un acuerdo, todo lo retuerce, todo lo manipula, y eso es lo que está haciendo con vosotros, ¿pero es que no os dais cuenta? ¿No veis cuales serán sus intenciones? Si sabes que estamos unidos y no hemos hecho nada más al respecto sabrá de nuestra debilidad, nos utilizará, seguiremos en su punto de mira, nos volverá a unos contra otros,.. de hecho ya lo está haciendo...
- Cálmate un momento, por favor!. Vamos a pensar las cosas con tranquilidad y con serenidad.
S- Si, tenéis razón. Intentaré centrarme, será lo mejor. O van a empezar otra vez las jaquecas... Bien, Digamos que renunciamos al plan, eso significa rechazar la pasta que "él" se está agenciando con sus extorsiones, no?
- Se que se trata de mucho dinero, que cambiaría nuestras vidas, pero a que precio?
- Yo no podría dormir tranquilo. Llámame cobarde, pero no estoy dispuesto a vivir siempre con la espada de Damocles sobre mi cabeza. Con la idea de que en cualquier momento llamarán a mi puerta para detenerme
- Lo mismo, pienso yo. Por mucho dinero que esté en juego, prefiero quedarme como estoy a vivir con eso. Sabéis que no gozo de una situación económica boyante ni mucho menos. Pero ni todo el oro del mundo podría darme la satisfacción de estar en paz conmigo misma en esa situación.
- Si
S- Vale, estáis... estamos dispuestos a desaprovechar esta ocasión única de hacer que nuestras vidas den un cambio radical, un giro que nos lleve a mayores metas. De obtener algo que nos merecemos con creces. No vamos a ser capaces de asumir el riesgo, después de todo si estamos en esta situación es por nuestra mediocridad, por nuestra falta de ambición, por no querer arriesgar para ganar. ¿Y como solventamos el problema, suponiendo que siga siéndolo para vosotros que lo mismo ya os da igual, de estar a su merced? ¿Como conseguir que deje de minarnos la moral? ¿Qué nos dice que por mucho que hablemos con él y de obtener buenas palabras no vuelva a la carga en un mes, en un año? Es mi hermano y se a que nivel opera su retorcida mente. Nos puede embaucar con palabrería, con retórica vacía, pero os recuerdo que sigue conociendo nuestros secretos, esos que creímos estaban a salvo en nuestro círculo, esos con los que él nos amenaza con sacar a la luz si no seguimos su dictado. ¿Como arreglar eso?
- Antes has dicho que no somos capaces de arriesgar, a mi me parece que ese es el riesgo que debemos tomar. No se trata de entrar en su juego, debemos estar por encima
- ¿Y no podríamos obtener nosotros alguna información de él que nos sea de utilidad? me refiero a poder tener nuestras propias bazas
S- Eso ya lo intentamos te recuerdo, hemos hecho todo lo que hemos podido. El comandante ha trabajado en ello con todos sus medios y nunca a obtenido nada.
- Ya, el comandante...
S- ¿Estás dudando de que haya hecho todo lo que estaba en su mano y más aún para desentrañar sus entresijos, de intentar conocer sus debilidades?
- Es que me parece muy raro que en todo este tiempo no hubiese podido descubrir nada. Por muy bien preparado que esté tu hermano, siempre hay un resquicio por donde rascar, de donde poder tirar del hilo. iEs una persona como nosotros!
S- A veces lo dudo...
- Deberíamos hacer todo lo que podamos por intentar aclarar las cosas con él, y sin bajar la guardia dedicarnos otros de nosotros a seguir buscando en su vida, en su pasado... podríamos repartirnos las tareas
S- Vaya! De repente tenemos un líder. ¿Quien te ha otorgado ese poder de decidir como vamos a actuar a partir de ahora?
- Y a ti?
S- Yo no soy líder de nada, solo se me encargó el hacer mi trabajo
- Si! como este ataúd! jajaj
- jajajaj
S- hijos de puta! ¿que queréis decir con eso? Se me encargó el buscar un contenedor para el transporte, y me he encargado personalmente de que esté hecho a tiempo. Nadie me dijo que debía hacerlo yo con mis manos, no?
- Hasta con los pies podrías haberlo hecho que no hubiera resultado tan grotesco
- jajaja , "artis mutis", ¿Os acordáis? ni esos artistas tras una juerga de fin de semana con Mr. whiskey como compañero hubieran hecho semejante atrocidad!
- jajaajaj
S- Veo que os divertís mucho. Me alegro porque igual cuando salgamos de aquí y volvamos a nuestras vidas no tengamos nada de que reírnos.
- Vamos, vamos, no te pongas así! Pero es que ... jajajaj
- Un momento! Están llamando a la puerta!
- ¿Esperas a alguien?
S- Sí, esperaba a 8 personas con las ideas claras y decididas a decidir sobre su futuro, pero solo han llegado 5 ratas
- Déjate de sermones y ve a ver quién es, apúrate


Avón llama
- Si, ¿Qué desea?
- ¿Es usted D. Sujeto?
- Emmm si.
- Buenas noches soy inspector de Policía. Inspector Peláez
- Vaya, bonita placa. ¿En que puedo ayudarle?
- Estamos realizando una investigación…
- ¿Estamos? Yo solo le veo a usted. ¿Hay mas agentes escondidos?
- Es una forma de hablar…
- Entiendo, viene usted solo…
- Por favor, dejemos este dialogo de besugos. ¿Puedo pasar? – Ruido sordo de carreras, tropezones y blasfemias.
- Bueno… – mirando de soslayo hacia adentro – pase.
- ¿Esta usted solo? – Observa como una cortina se balancea levemente y como un viejo armario de madera parece crujir.
- Estoooo. Sí, ahora mismo estoy solo.
- Me pareció escuchar algo al entrar……
- Ah!! , eso serán las ratas… No se puede imaginar que ratas tan repugnantes tengo últimamente en el local.
- Ya, entiendo, ratas.
- Miré ahora mismo va a ver como tengo que arreglármelas con ellas – Coge un listón de madera del suelo se dirige al armario y abriendo solo una rendija empieza golpear con saña su interior – Tomad hijas de perra!!! – Después de un par de minutos de furia y de algunos sollozos ahogados del interior, tira el palo al suelo, cierra el armario dando un portazo haciendo que se tambalee. Se seca el sudor de la cara con la manga de la camisa. – ¿Lo ve? Ahora aprenderán a estar calladas un ratito y me dejarán atenderle. Dígame, que le trae por aquí.
- Vera, hemos recibido información absurda acerca de un complot… - un leve gemido suena detrás de la cortina.
- Perdone un instante, creo que hay otra rata detrás de la cortina - Coge de nuevo el listón, se mete detrás de la cortina – Engendro de Satanás!! Toma para que aprendas!!! – Sale después de unos instantes con la camisa por fuera de los pantalones y los ojos inyectados en sangre – Si no le importa comisario no soltaré el palo por si otra rata molesta. ¿Perdón, me decía algo de un complot de homicidio?
- Inspector, soy inspector, no comisario, si no le importa. ¿He dicho yo homicidio?
- Vaya!!!! ¿De veras que no lo ha dicho? Lo habré supuesto. Miré otra rata detrás suya!!!!! – El inspector se gira sobre sus talones, mira a la pared con la cortina que hay detrás suya y demasiado tarde se da cuenta que lo que al principio ve como un dibujo de una silueta, es en realidad la sombra de Sujeto que levanta con las dos manos un tablón de madera dispuesto a descargarlo sobre su cabeza. Siente el golpe sordo en su cabeza, el local comienza a oscurecerse con un tinte rojo, cae al suelo, sus extremidades no le responden. Al caer al suelo se queda con la cabeza girada hacia la cortina. Detrás de la cortina, dos personas, una de ellas sangrando por la nariz, le miran aterrorizadas mientras sujetan una extraña caja de madera pintada con trazos negros. La reconoce. Es el desempeño.
- Riiing, Riiing- Suena el teléfono, y su eco llena toda la estancia. – Dígame - Si te he reconocido. - Que carajo quieres - ¿Qué necesitas hablar conmigo? – Aja , aja – Si quieres podemos vernos ahora – Te viene bien en un par horas – Si, en el local viejo – Adiós – Cuelga el teléfono y da un par de pataditas en el costado al policía.
- Señores y señoras, que nadie se mueva, mi hermano viene en camino. Tenemos un par de horas escasas para ampliar la caja y que quepan dos …..
- Y si llamamos al tío ese que la hizo …
- Cállate o voy a tener que meter a tres en lugar de dos. ¿Dónde están las aspirinas?

Apoteosis final
-¿Otra vez llamando a la puerta? A ver quien demonios es ahora!!!
- ¿Y nosofros qef hafemof?
- Tu primero, limpiarte la sangre del labio y después vuelve al armario. Ya voy!!!!! ¿Quién es?
- D. Sujeto soy el carpintero, abra por favor. – Ruido de varias voces blasfemando.
- Si ¿Qué quiere usted a estas horas?
- Vera.., ¿puedo pasar, hace un frío de muerte?
- A mi me lo va a decir…., pase
- Oiga sí le molesto vuelvo en otro momento – Se oyen leves ruidos – ¿Esta solo?
- Debe de ser la pregunta del día, no haga caso son las ratas.
- ¿Qué pregunta?
- Ninguna, por favor acabe rápido y váyase.
- Bueno, pues vera no se como empezar …..
- Por el principio suele ser una práctica habitual
- Vale, en mi primera comunión…
- ¿Oiga tiene algo que ver su comunión con algo de interés?
- No. Pero como eso fue lo que dijo el inspector de policía. – de nuevo gemidos de fondo.
- ¿Puede repetírmelo?
- Nada, que yo era muy joven cuando hice la primera comunión y no sabía aquello era delito…
- No imbécil, eso no, lo de la policía.
- ¿Qué policía? – Se oye un susurro – Déle con el palo…
- Ay, que me da – Se hecha mano al bolsillo y saca un paquete de tabaco y una caja de fósforos.
- Oiga. ¿No le da miedo ponerse a fumar?
- No se preocupe, moriré joven de todas formas – saca un cigarrillo y enciende la cerilla.
- No si yo lo decía por el olor a butano tan fuerte.. – Don Sujeto arroja la cerilla todavía llameante al suelo – igual me dejé encendido el butano de la catalítica, como hacía tanto frío…
Durante décimas de segundo, que parecen una eternidad, la estancia se queda en silencio total, el carpintero con una sonrisa boba mira a su exjefe, los de detrás de la cortina se miran entre ellos, los del armario al estar oscuras no saben que también se están mirando con cara de lelos, D. Sujeto es el único que solo mira al techo del local – Dios mío, ¿No tenías suficiente con enviarme a mi hermano? ¿Tuviste que enviarme las plagas de Egipto y a los Jinetes del Apocalipsis concentrados en este autentico gilipollas? – Fueron sus últimas palabras, un fogonazo de luz seguido de un ruido ensordecedor llenó el local.

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Misteriosa explosión en un local del centro. Hasta el momento se llevan recuperados cinco cadáveres de entre los escombros y no se descarta que aparezcan más. El único cuerpo identificado, gracias a la documentación hallada, es el de un inspector de policía.
Los vecinos de un inmueble cercano, han declarado a este periódico, que desde hace unos días observaban movimientos extraños…………….


Nota del autor
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(*) Tostada: Alimento propio de los desayunos de algunas zonas de España.
Proyecto de tostada (I): Proveerse de una pieza de pan (bollo, viena, mollete, baguettes, barra grande, pitufo...) abrirla por la mitad a modo de "bocadillo". Tostar ambas o una de las partes resultantes. Si se quiere solo una de las mitades, especificar. Si pide "una media del Sevilla" se le servirá la mitad de arriba, si pide "Una media del Bétis" será la mitad de abajo la que le pongan (esto puede cambiar, pero esperemos que se establezca como algo consuetudinario). Se procede a tostar el pan resultante. Cuando tenga un color negruzco se retira el pan y se procede a raspar con un cuchillo la parte que haya adquirido tal tonalidad. Sobre la mitad (o mitades) de pan se añade uno varios productos a convenir. Para aclararlo observemos un ejemplo práctico.

- Buenos días.
- Wnwnuwchxfrvcepmrvnwp que quiere?
- Un café con leche y medio mollete.
- Con que lo va a querer?
- Con aceite y jamón serrano.
- No tenemos jamon serrano.
- Bueno con jamón york
- Tampoco
- Vaya.. da igual con aceite y tomate triturado.
- Se nos ha acabado el aceite, estamos esperándolo.
- Podía a ver empezado por ahí.... sobrasada?
- Si, ahí tiene el bote
(coño, hay un pelo dentro, del antebrazo de este robusto camarero, proclamo)... estoooo lo he pensado mejor tiene paté?
- como?
- fuagrás
- Pues...
- Mire, da igual. Que tiene?
- Mantequilla. Ahí la tiene
- Ah! margarina...Pues eso me vale.
- Quiere jamón?
- me está tomando el... Oiga olvídelo, ya cojo yo un donuts